El Grupo Social ONCE denuncia que la brecha de género mina las posibilidades de las víctimas de violencia para encontrar empleo y rehacer su vida

 El 10 por ciento de las mujeres que murieron víctimas de violencia de género tenían discapacidad

Fecha: 14/11/2023
14 Congreso Internacional para el Estudio de la Violencia Contra las Mujeres

La brecha de género mina las posibilidades de las mujeres con discapacidad que son víctimas de violencia de género para denunciar a sus agresores, encontrar un empleo y rehacer su vida, según ha defendido hoy la vicepresidenta de la ONCE, Patricia Sanz, en el 14 Congreso Internacional para el Estudio de la Violencia Contra las Mujeres que se clausura hoy en Málaga. 

Patricia Sanz, que es presidenta del Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo Social ONCE, denunció que la violencia de género ataca directamente a los derechos humanos. “Nos tenemos que creer todas las personas que formamos la sociedad que debemos trabajar de verdad, desde el principio, sin colores políticos, en la educación en valores y en atajar una agresividad que de manera tan patente vulnera nuestros derechos. Porque es una vulneración de derechos humanos que nos afecta a las mujeres”, denunció.

Patricia Sanz durante su intervención en el CongresoSanz cree importante que la sociedad conozca que el 10% de las mujeres que mueren como consecuencia de la violencia de género tenía una discapacidad. “¿Cuántas veces sale ese dato en los medios?”, se preguntó. “¿Cuántas veces contamos que como consecuencia de esa violencia se adquiere esa discapacidad?”. En este sentido subrayó el impacto que tiene la brecha de género en esta realidad y recordó que solo una de cada cuatro mujeres con discapacidad trabaja hoy en España, un colectivo que soporta una tasa de paro del 26% frente al 17% de personas sin discapacidad. El salario medio de las mujeres con discapacidad hace dos años era 19.237 euros frente a los 27.839 euros de los hombres, más de 8.000 euros de diferencia.

Estos datos, que evidencian la vulnerabilidad mayor de las mujeres con discapacidad frente a la violencia de género, alimentan la idea de su falta de valor como persona, según explicó Patricia Sanz. Interiorizan mensajes de sus agresores que calan en su conciencia, como; “No vales para nada”, “No sirves para nada”, “¿A dónde vas a ir?”.  Y condicionan su capacidad de respuesta. Al final esa estrategia frena, impide y limita la posibilidad de enfrentarse al agresor, denunciar e intentar una nueva vida. “Si tienes esa situación, si no oyes hablar de ella, si la sociedad no conoce lo que está pasando porque no te suelen creer, ni si quiera te planteas poder trabajar, que te permitiría salir de tu casa y denunciar a tu agresor”, contó la vicepresidenta de la ONCEEl Grupo Social ONCE denuncia que la brecha de género mina las posibilidades de las víctimas de violencia para encontrar empleo y rehacer su vida(se abrirá nueva ventana).

Más de 6.000 mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género forman parte de la bolsa de empleo de Inserta Empleo. “Muchas no conocen que pueden ir. ¿Cuántas habrá que nosotros no sabemos ni ellas nos conocen?”, se preguntó. Desde 2020 el Grupo Social ONCE ha trabajado con 2.500 mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género y ha conseguido 817 puestos de trabajo para ellas. “Nos queda mucho por hacer -reconoció Sanz-. Y demandamos poder hacer más cosas con asociaciones con y sin discapacidad pensando en las mujeres de la mano de las administraciones públicas, esté quien esté, contárselo a la sociedad y que los medios nos ayuden a transmitirlo. No nos pasan cosas diferentes, no somos un colectivo que avanza en el arcén de la sociedad, formamos parte de ella, aunque nos necesitan mucho más que el resto de las mujeres”, concluyó Patricia Sanz. El Grupo Social ONCE contrata al año un centenar de mujeres que han sido víctimas de violencia de género.

“Es posible salir de la violencia”

El Congreso Internacional para el Estudio de la Violencia Contra las Mujeres, en el que participan un millar de profesionales y una treintena de ponentes, ha celebrado hoy una mesa de debate, moderada por la decana de la facultad de Comunicación de Málaga, Inmaculada Postigo, que ha abordado la violencia de género y discapacidad. En el debate han participado el coordinador de atención a personas con discapacidad de Inserta Empleo en Andalucía y del programa ‘Mujeres en Modo ON-VG’ de Fundación ONCEEl Grupo Social ONCE denuncia que la brecha de género mina las posibilidades de las víctimas de violencia para encontrar empleo y rehacer su vida(se abrirá nueva ventana), Juan Ramón Jiménez, la presidenta del CERMI de AndalucíaEl Grupo Social ONCE denuncia que la brecha de género mina las posibilidades de las víctimas de violencia para encontrar empleo y rehacer su vida(se abrirá nueva ventana), Marta Castillo, la fundadora de la Federación de Mujeres con Discapacidad de Andalucía, Rocío Perez, y la delegada de Igualdad de la RTVA, Belen Torres Vela.

Intervinientes en el 14 Congreso Internacional para el Estudio de la Violencia Contra las Mujeres

Juan Ramón Jiménez, que es doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, explicó que el programa ‘Mujeres en Modo ON-VG’ de Fundación ONCE trata de visibilizar una realidad que está oculta. “Tenemos todos que ayudarles a dar voz a las mujeres con discapacidad que sufren la violencia de género, porque es la consecuencia del solapamiento de dos realidades, el género y la discapacidad, y genera nuevas formas de discriminación que se invisibilizan aún más”, dijo. Jiménez aseguró que “nadie es inmune al impacto de la violencia de género”. La discapacidad del 27,6% de las mujeres atendidas del programa ‘Mujeres en Modo ON-VG’ tuvo como origen la violencia sufrida, según destacó.

“Si algo tiene valor el programa es que las mujeres son creídas, porque no creerlas es la principal discriminación que una mujer con discapacidad vive en su día a día”, sostuvo Juan ramón Jiménez. El programa, financiado por el Fondo Social Europeo, se basa en la recuperación y desarrollo personal, profesional, y acciones de intermediación laboral que les permita empoderarse y afianzarse como mujeres con discapacidad, a la vez que les ayuda a encontrar un empleo, que recuperen su autoestima y asuman el control de su propia vida. “Es posible salir de la violencia a pesar de la maldad que encarna en cada una de las personas que agreden, es posible la vida digna”, concluyó.

Por su parte, la presidenta del CERMI-A denunció también la invisibilidad de las mujeres con discapacidad que sufren situaciones de violencia de género, el abandono emocional que padecen, la falta de formación de los profesionales que las atienden, y de protocolos que tomen en consideración a mujeres con discapacidad, la inaccesibilidad de los recursos y el desconocimiento de los propios derechos. Castillo pidió que se ponga en marcha una macroencuesta específica sobre la violencia en mujeres con discapacidad, que se garantice la accesibilidad universal, que se garantice el acceso a la justicia, que se desarrollen protocolos de coordinación y que se cumpla el Pacto de Estado sobre Violencia de Género. “Tenemos que ir todos unidos para mejorar la situación de violencia de género que tenemos porque hay muchos más casos de los que creemos que hay, lo que sabemos solo es la punta del iceberg de lo que hay debajo”, subrayó.

Al debate han asistido la presidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Isabel Viruet, los vicepresidentes Fermín Navarro y Leonor Basallote, y el director de la ONCE en Málaga, José Miguel Luque. 

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