Llega a España el bastón rojo-blanco que identifica a las personas con sordoceguera

Una franja roja en el bastón blanco de las personas ciegas evidencia además la presencia de una discapacidad auditiva

Fecha: 13/05/2016

La ONCE, a través de su Fundación para la Atención de las Personas con Sordoceguera (FOAPS), en colaboración con la Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España (FASOCIDE) y la Asociación Española de Familias de Personas con Sordoceguera (APASCIDE), han presentado en Madrid el bastón rojo-blanco como auxiliar de movilidad que identifica a las personas con sordoceguera.

La incorporación de una franja roja al bastón blanco, habitualmente utilizado por las personas con ceguera o discapacidad visual grave, evidencia la presencia también de una discapacidad auditiva en el usuario. Un distintivo que aporta mayor seguridad en la autonomía de los desplazamientos puesto que le identifica como una personas con sordoceguera y, además, facilita su posible comunicación con el resto de personas, conscientes de su discapacidad.

En la presentación han participado Elena Valenciano, presidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo; acompañada por la vicepresidenta del Consejo General de la ONCE, Patricia Sanz; el presidente de FOAPS, Andrés Ramos; el presidente de FASOCIDE, Francisco Javier Trigueros; y la presidenta de APASCIDE, Dolores Romero.

Según Valenciano “que las personas con sordoceguera puedan manejarse libremente por la calle va a cambiar la vida de muchas personas. No se trata sólo de un bastón, es un símbolo de libertad para estas personas. Para construir una sociedad igualitaria hay que volar muchas barreras y construir puentes. El bastón rojo-blanco es una muestra más del derecho de las personas con sordoceguera a que los demás ciudadanos sepan que existen... Es la sociedad la que se tiene que convertir en un bastón rojo-blanco para que las personas sordociegas puedan ser libres”.

Por su parte, el presidente de FOAPS, Andrés Ramos, ha querido reconocer el trabajo de todos los profesionales que han trabajado en la validación de este instrumento de movilidad “disponible ya en todos los centros de la ONCE para que las personas sordociegas lo puedan adquirir si así lo eligen”.

La presidenta de APASCIDE, Dolores Romero, se ha referido al “paso tan grande que supone el hecho de que cualquier persona pueda saber que quien lleva un bastón rojo-blanco es una personas con sordoceguera”.

Un aspecto en el que ha coincidido también Francisco Javier Trigueros, presidente de FASOCIDE, quien, además, ha asegurado que “el uso de este bastón es fundamental para quitar el miedo que tienen muchas personas sordociegas de salir y moverse por la calle”.

El uso del bastón rojo-blanco en España responde a las recomendaciones de los órganos internacionales que representan a las personas sordociegas, entre ellas el interés mostrado en la última Conferencia de la Unión Europea de Sordociegos (European Deaf Blind Union), celebrada en Eslovenia el pasado 27 de octubre de 2015, donde se hizo patente la utilidad de su uso para estas personas.

El uso del bastón rojo-blanco en España responde a las recomendaciones de los órganos internacionales que representan a las personas sordociegas, entre ellas el interés mostrado en la última Conferencia de la Unión Europea de Sordociegos (European Deaf Blind Union), celebrada en Eslovenia el pasado 27 de octubre de 2015, donde se hizo patente la utilidad de su uso para estas personas.

En la actualidad, en España las personas con sordoceguera utilizan como auxiliar a la movilidad un bastón totalmente blanco, igual al que utilizan las personas que sólo tienen discapacidad visual, lo que dificulta su comunicación con el resto de ciudadanos. Al observar el bastón blanco, lo habitual es ofrecer ayuda a la persona mediante indicaciones verbales o sonoras (en el caso de los cruces), imperceptibles para la persona con sordoceguera.

Dos tramos rojos, mayor seguridad

El ‘nuevo bastón’ rojo-blanco es un símbolo ya aceptado en muchos países como el símbolo identificativo de las personas sordociegas, así como definido por la Federación Mundial de Sordociegos (World Federation of the Deafblind-WFDB), sin concretar el diseño en cuanto a disposición y tamaño de las franjas rojas.

En otros países, las condiciones climatológicas pueden determinar la distribución de las franjas rojas, pero en España, debido a diversos aspectos, se ha recomendado que los tramos de color rojo se sitúen, empezando desde la parte inferior del bastón, en el segundo y cuarto tramo del mismo.

Algunos de estos factores son, por ejemplo, el hecho de que a las personas con sordoceguera que conservan resto de visión les resulta más fácil ver el extremo del bastón si el tramo inferior es de color blanco; en entornos con gran afluencia de público (metro, centros comerciales, cruces...), los transeúntes perciben mejor la parte superior del bastón; al igual que ocurre con los conductores, que visibilizan la parte superior del bastón por lo que es más lógico incluir la franja roja en esa parte.

Atención a personas sordociegas

Desde 1987, la ONCE atiende a las personas con sordoceguera a través de un programa específico para ellas. En 2001, la Organización crea la Unidad Técnica de Sordoceguera (UTS), con la misión de detección, asesoramiento y coordinación de la atención a los afiliados con sordoceguera. Seis años más tarde, en 2007, nace la FOAPS con el fin de proporcionar el Servicio de Mediación Comunicativa a este grupo de personas.

En la actualidad, la ONCE atiende a 2.208 personas afiliadas con sordoceguera, que tienen acceso a todos los servicios que la Organización presta a sus miembros (educación, apoyo psicosocial, rehabilitación, tiflotecnología, etc.) con el apoyo del servicio de mediación de FOAPS, cuando es necesario, y también a un Programa específico de Sistemas Alternativos de Comunicación, para que puedan aprender un sistema de comunicación alternativo al oral si lo precisan o mejorar sus estructuras de lenguaje escrito, cuando se comunican en lengua de signos.

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