Dado que en un entorno urbano existe un nivel de ruido ambiente elevado, el incremento de vehículos eléctricos supone un riesgo creciente para los viandantes ciegos o con baja visión al cruzar las calles. Este problema se intensifica en aquellas ciudades pequeñas y municipios en los que apenas existen semáforos sonoros.
El sistema, basado en una app, avisaría al usuario de la presencia de un coche eléctrico en la calzada, indicándole si el vehículo se detiene frente al paso de peatones. La detección del vehículo emplearía la tecnología Bluetooth de los teléfonos inteligentes o similar.